Si el rescate minero hubiera sido en Venezuela
Edgard J. GonzálezDomingo, 17 de octubre de 2010
Haciendo un ejercicio de imaginación, extrapolando la mina y el derrumbe al norte de Chile, en pleno desierto de Atacama, al territorio venezolano, en cualquier parte del país, veamos qué habría sucedido acá;
1. En lugar de reportar el accidente el primer día, la desorganización endógena nos hubiera permitido darnos cuenta de que había ocurrido un derrumbe, pasados nueve días, y lo habrían reportado como “presunto”, ante la falta de listas y otras informaciones esenciales.
2. En Chile transcurrieron 17 días hasta que pudieron establecer un mecanismo de contacto con los mineros, a casi 700 metros de profundidad, quienes informaron que todos estaban vivos y en buen estado. En Venezuela probablemente se hubiera llevado dos meses establecer ese vínculo, y los mineros habrían necesitado al menos una semana para ponerse de acuerdo en lo que informarían a la superficie. Finalmente se hubiera recibido una retahíla de chismes y acusaciones sin mención alguna acerca de su número y estado de salud, y la lista de licores que requerían de urgencia.
3. El régimen habría alquilado cinco taladros, en pésimas condiciones, con sobreprecio, a cinco compañías de maletín registradas el día anterior, cada una con un capital insuficiente para comprarse una bicicleta de paseo en buen estado. Contraloría hubiese aprobado inmediatamente esa negociación tipo Aban Pearl. La Asamblea Nacional a toda prisa propondría y sin discusión daría el visto bueno a una Comisión de Alto Nivel, de veinte camaradas rojos rojitos, para averiguar lo que debe hacerse en estos casos, en gira cinco estrellas con partida presupuestaria de un millón de dólares, a Las Vegas, París, Tahití, Rio de Janeiro, Buenos Aires y Los Roques, por 30 días.
4. Los cinco taladros perforarían durante los próximos ocho meses (mientras más dure la operación, más cobran por el alquiler), cinco túneles de cúbito dorsal, ninguno de los cuales llegaría ni siquiera cerca del área donde estuvieran los mineros criollos. Al noveno mes iniciarían otros cinco túneles, esta vez dejando en manos de los babalaos cubanos que tienen sede en Miraflores, las labores de posicionamiento de las excavaciones, y el taladro que no siguiera las directrices de los babalaos es el que, por error, lograría alcanzar el espacio del subsuelo donde estarían los sobrevivientes (del grupo inicial ya quedaría menos de la mitad).
5. El régimen mientras tanto habría ordenado a empresas cooperativas construir ocho cápsulas de rescate, con la condición de que no consideraran las estipulaciones de los expertos del imperio, o sus afines, similares y conexos. Como resultado, siete de las ocho cápsulas resultarían inutilizables, tanto por tener medidas que exceden el diámetro del hoyo abierto hasta el refugio en el subsuelo, como por su acabado choreto, el uso de materiales de segunda y que ninguna quedó derechita, lo que imposibilitaba su recorrido aun por un ducto mayor. Luego se supo que los encargados de fabricar la octava cápsula, la única que se ajustaba a las medidas exigidas y que tenía la calidad requerida, no eran egresados de la Misión Róbinson ni seguidores de la matemática chavista.
6. Valioso tiempo se desperdició por la mala interpretación de las órdenes dadas para encamisar los primeros 72 metros del ducto, tanto en la localización de suficiente tela roja para que alcanzara para esa longitud, como tratando de anclarla a las paredes del túnel en vertical-diagonal que comunicaba con el refugio, donde ya habían fallecido otros cuatro mineros, que no aguantaron la intoxicación por ingesta de alimentos que provenían de PDVAL y MERCAL (remanentes “utilizables” certificados por expertos enviados por Dafael Damídez). Los que sobrevivieron a la intoxicación tuvieron que mudarse a otro espacio aledaño, ante la fetidez causada por sus propios desechos, luego de metabolizar y evacuar comida importada a mediados del 2009.
7. Trece meses después del derrumbe (doce meses y seis días después de que el régimen se enterara del asunto), y luego de las arduas tareas de quitar toda la tela y el engrudo utilizado para “encamisar” aquel pasaje salvador en sus primeros 72 metros, ya colocada la tubería de hierro que sí correspondía (uno de los encargados tuvo la suerte de ver una operación parecida por Discovery Chanel, y resolvió el misterio de la tela roja), Se elaboró la Lista definitiva con el orden de salida de los 19 mineros que aun estaban con vida: Primero los 2 inscritos en el PSUV, luego uno que simpatizó con el PCV en los años 80 y no aparecía en la Lista Tascón, en tercer lugar los restantes 26 mineros (a los treinta minutos de este Boletín oficial, un familiar de uno de los jefes del operativo le hizo ver la equivocación en la totalización del grupo, luego se supo que habían usado el método del Gerrymandering, el mismo del 26S), que para vergüenza del oficialismo resultaron ser todos de la Oposición, por lo que luego del tercer rescate, les aplicaron la operación “morrocoy” que usan durante los procesos electorales, en los que ya son veteranos y pueden dictar cátedra a nivel mundial.
8. Venezuela ocupó la primera página de todos los periódicos del planeta, no por el rescate en sí, sino por el Record Guinness logrado por la Cadena de Radio y TV más larga conocida. Chávez se había instalado a la pata del taladro más grande desde el primer día de la perforación, y sin interrumpir las transmisiones siguió haciendo su Aló Presidente, incluso cuando tuvo que trasladarse hasta el octavo taladro, el único que perforó en la dirección correcta. La inusitada cadena, con rating del 2.05 %, se prolongó por once meses, y terminó exactamente cuando el primer mandatario culminó su abrazo de siete minutos al tercero de los rescatados, repitiendo la monserga que le había dicho al oído a los dos anteriores, con su correspondiente micrófono convenientemente cerca. El 67.2 % del tiempo reiteró que el derrumbe había sido causado desde la Casa Blanca en Washington, el 22.6 % insistió en que los taladros habían sido desviados por trampas y obstáculos de la Oligarquía apátrida y golpista, el 7.5 % aseguró que las condiciones de las que se quejaban los mineros que no quedaron atrapados bajo tierra tenían su origen en la cuarta república (la mina funciona desde el 2003) y el 2.7 % del tiempo restante obsequió desafinadas canciones y dirigió saludos a Fidel, en inentendible inglés e inconfundible acento cubano.
9. Luego del black out impuesto por el régimen, a partir del tercer rescate, y la obligación de difundir sólo la versión oficial de los hechos durante las siguientes 24 horas, una vez quitada la mordaza oficial se pudo conocer que cinco de los mineros habían protagonizado una pelea en el subsuelo, disputándose los últimos lugares en el orden de rescate, puesto que arriba los esperaban dos y tres cuaimas enfurecidas, a cada uno, que también se habían enfrentado a uña limpia por la asignación de los cesta tickets correspondientes a cada minero encerrado. Un rescatista resultó herido al tratar de evitar que una de las novias del más casanova, la más corpulenta además, se metiera en la cápsula para ir ella misma en busca de su “papito enterrado”, como cariñosamente se refería al interfecto. El documental realizado por National Geographic en torno a este evento, por exigencias del régimen, tuvo que ser titulado “HECHO EN SOCIALISMO”
No hay comentarios:
Publicar un comentario