Elogio de Leviatán...
Rafael Muci-Mendoza
El Señor sale de su morada/para pedir cuenta de su iniquidad/a los
habitantes de la tierra...
No nos referiremos a Leviatán en el sentido del filósofo inglés Thomas
Hobbes (1588), teórico por excelencia del absolutismo político, sino a un
nombre que en el imaginario popular y en la mente de algunos trae consigo
cuestiones relacionadas con El Mal y los demonios, ente que obnubila la
mente y tuerce los designios en un escenario de realidad, no otra cosa que
lo que nos ocurre.
Triste decirlo, en la Venezuela de hoy, todo huele mal, la propia
podredumbre. ¿Cómo se sostiene un gobierno maula, corrompido y miserable?,
no puede ser sino por el contubernio en su acepción de liga vituperable
entre diversos personajes nacionales y extranjeros, y entes u organismos
creados idílicamente por los hombres para proteger a ultranza los intereses
de la sociedad como un todo. El pasado 8 de junio, una organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), premió al Gobierno
de Venezuela por haber alcanzado dos de los principales Objetivos del
Milenio antes de 2015: La erradicación del hambre y la pobreza. Ya, en 2013
la misma gente le había entregado otro reconocimiento por ¨su excelente
trabajo al reducir en 50% el hambre en el país¨.
Deténgase y párese en cualquier lugar del territorio nacional y mire en
derredor. Dígame sinceramente qué ve. ¿Es el perfil de un país en desarrollo
donde no hay hambre ni pobreza o el de un país inmisericordemente arrasado
por un régimen que acabó con la moral republicana, con la propiedad privada,
con el campo, con el trabajo productivo, con el empleo equitativamente
remunerado, que invadió, destruyó, prostituyó y regaló un país que entonces
era al menos vivible? Un trastornado delirante, inope y creído pensó que
cambiaría el mundo como en efecto lo cambió. Un billón de dólares
malgastados en extravíos y locuras, como manzana podrida, hizo pudrir todo
el cesto; el microcosmos criollo de Pudreval y similares, confundido con el
macrocosmos mundial... La hediondez de sus malos ejemplos se infiltró en
países, instituciones y organizaciones de toda laya, comenzando por las
nuestras y arrastrando en su paso a otras de naciones vecinas y aún muchas
en América, Europa y Asia bajo el lema de, ¨nada se crea, todo se compra,
todo se transforma en heces fecales...¨. Las conciencias, como meretrices
mostraron cuán poco valen y por cuán poco pueden comprarse; todas han sido
compradas con dinero de las arcas públicas llevando a la infeliz conclusión
de que, ¨mientras más conozco al ser humano, más quiero a mi perro ¨-sic.,
Diógenes de Sinope-. El viejo Caracas Country Club donde los Amos del Valle
sentaron horcones, dieron paso a otras realidades: ahora está poblado de
mansiones ultramodernas de altos paredones, almenares y sistemas de
vigilancia, que afortunadamente, nos advierten y nos protegen a los
viandantes de la rapacidad y cinismo de sus habitantes: ¡Agárrense las
carteras cuando por allí pasen!
La Cumbre del Milenio celebrada en Nueva York en el año 2000 delineó los
Objetivos del Desarrollo del Milenio. Ciento ochenta y nueve países miembros
refrendaron la necesidad de establecer, ¨la responsabilidad colectiva de
respetar y defender los principios de la dignidad humana, la igualdad y la
equidad en el plano mundial¨ y así, quedó sentado en el papel; objetivos muy
bellos sobre pobreza, hambre, educación, ambiente, equidad de género y
salud: Ocho objetivos, 18 metas y 48 indicadores para ser adaptados
localmente y mejorar las condiciones sociales de la población mundial.
Universidades venezolanas de valía como la Universidad Central de Venezuela,
Universidad Simón Bolívar y Universidad Católica Andrés Bello, hace pocas
semanas dieron a conocer los resultados de la encuesta intitulada
¨Condiciones de vida del Venezolano, 2014¨, donde se pone de bulto el
deterioro de la alimentación en lo hogares de TODOS los estratos sociales
del país. ¿Cómo no serlo... si basta ver las interminables colas
infrahumanas, las tarjetas de racionamiento electrónicas con base en los
números de las cédulas de identidad, la frustración y el terror de morir de
inanición ante la devaluación de la moneda, viejos y chuecos haciendo fila
sin levantar solidaridad entre los militares que cuidan, una inflación
galopante ya de tres dígitos y un gobierno miserable que sólo piensa en
mantenerse en el poder? El menú de dos comidas en el 11.3% de los
encuestados y en algunos casos una sola en el 39% en los estratos más
pobres, contiene un exiguo nivel de proteínas, total ausencia de frutas y
hortalizas y contenido elevado de carbohidratos.
¿Si las instituciones sacan la información de sus representantes en los
diferentes países, es que los de la FAO en Venezuela están de vacaciones
todo el tiempo o fuera del país? ¿Es que aceptan data vieja o inventada o es
que desconocen qué clase de régimen militarista nos gobierna? ¿Es que no les
da vergüenza a los representantes de la FAO, de la Oficina Sanitaria
Panamericana en Caracas, presenciar impávidos tan triste realidad? Vayan un
momentico al Hospital de Niños José María de Los Ríos y vean si quisieran
que sus hijos fueran internados en instituciones similares. Cambiaron a un
patriota como director de la institución para colocar otro manejable que sin
vergüenza no denuncia carencias y abusos en contra de la niñez pobre
venezolana. No fue eso lo que les enseñamos en el hospital en sus tiempos de
estudiante. La neuropatía óptica cubana arrastrada por el Período Especial y
que no afectó a la Nomenklatura quiere morder los ojos de venezolanos
desnutridos... ¿Es que tanto pesa una coima que más pesa que la decencia y
la integridad de las personas? ¿Cómo son capaces de mostrar sus caras en
público, porque las de los descarados gobernantes nuestros, auto-sobornados,
ya las conocemos? Señores, es muy triste creer que ustedes también se
corrompieron...
La situación del país desluce como una muy desesperada. La destrucción no se
detiene y la tormenta no amaina, lo poco que queda de las reservas
económicas -en medio de ausencia de planificación, derroche y corrupción-,
alcanzará sólo para medio saciar unas cuantas bocas corruptas e insaciables.
Muchos de quienes fueron nuestros aliados, en gesto que los culpa, miran
hacia otro lado con el pañuelo en la nariz. ¨Nos vivieron¨ mientras hubo
abundancia y derroche. Ahora hasta en la amable Aruba, no aceptan tarjetas
de crédito a venezolanos, aunque sean de bancos extranjeros, ¡tan bajo nos
tienen que nos juzgan por el rasero de nuestros gobernantes! Tanto han
vivido de nosotros y ni siquiera un gesto de indulgencia... Los miserables
que nos gobiernan han creado pobreza, enfermedad y cada vez son más sordos e
invidentes, la inseguridad ciudadana se ha elevado a niveles de terror por
la ausencia de castigo ejemplar y por el mal ejemplo de otros también
inmunes a la justicia. No hay coto, la muerte acecha en cada esquina.
Isaías Salmos 127 y 129: <<Porque el Señor sale de su morada/para pedir
cuenta de su iniquidad/a los habitantes de la tierra:/la tierra pondrá al
descubierto la sangre derramada/y ya no cubrirá a sus muertos /Aquel día, el
Señor castigará con su espada bien templada,/a Leviatán, la Serpiente
huidiza,/a Leviatán, la Serpiente tortuosa,/y matará al Dragón que está en
el mar>>.
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