China: nuevas normas contra la tortura
Las autoridades chinas difundieron nuevas normas destinadas a intentar hacer cumplir la ya existente prohibición del uso ante los tribunales de pruebas obtenidas mediante tortura.
La nueva regulación llega pocas semanas después de que tuviera que ser liberado un reo que había confesado un asesinato bajo coacciones. Años después la "víctima" apareció... viva.
Aunque en China ya existía la prohibición de los maltratos a prisioneros para obtener confesiones, analistas afirman que se trata de una práctica muy extendida.
Corresponsales apuntan que en el sistema judicial chino, se le da una extraordinaria importancia a las confesiones, lo que impulsa a la policía a usar la fuerza.
Según el corresponsal de la BBC en Pekín Michael Bristow, la nueva regulación "establece por primera vez qué evidencias son admisibles en un juicio".
"La finalidad es reducir el número de errores judiciales y dar a los defendidos una mejor protección", señala Bristow.
"Gran progreso"
Las autoridades se vieron sorprendidas hace pocas semanas con el caso de Zhao Zuchai, que pasó 11 años en la cárcel por un asesinato que no cometió y del que, sin embargo, se había declarado culpable.
Zhao dijo que la confesión se la arracó la policía a base de golpes. Después de que apareciera viva la supuesta víctima del homicidio, el hombre recibió una indemnización y los dos policías que presuntamente lo torturaron fueron detenidos.
El gobierno ha dispuesto de dos nuevos procedimientos, uno para los casos que podrían terminar en pena de muerte y el otro para el resto de causas criminales en las que las pruebas se obtenienen mediante coacción.
En casos de pena capital, quedan ahora totalmente excluidos de consideración el testimonio dado bajo coacción y el resto de pruebas obtenidas de fuentes anónimas.
Va a ayudar a reducir el número de ejecuciones
Zhao Bingzhi, jurista
La defensa en estos procesos también podrá solicitar una investigación para que se compruebe si el testimonio fue obtenido de forma legal.
El jurista Zhao Bingzhi le dijo al rotativo estatal China Daily que era la primera vez que el país contaba con una "regulación clara y sistemática".
"Antes, sólo podíamos interpretar, desde preceptos abstractos, que las pruebas ilegales no estaban permitidas. Sin embargo, en realidad, en muchos casos esas evidencias eran tomadas en cuenta", dijo.
"Esto es un gran progreso, tanto para el sistema legal como para una mejor protección de los derechos humanos. Va a ayudar a reducir el número de ejecuciones", concluyó Bingzhi.
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