De los diez precandidatos iniciales de la alternativa democrática, se retiraron Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz y Antonio Ledezma, tres cuartos bates .que para cualquier país serían unos presidentes de lujo. Por razones que no son del caso discutir en este artículo, pero dignas de análisis por los estudiosos del tema, los tres decidieron retirarse ante la percepción del poco respaldo popular a sus respectivas candidaturas.
Una paradoja más de las muchas presentes en nuestra compleja sociedad. Recientemente también declinó la doctora Cecilia Sosa, quien con argumentos jurídicos contribuyó a divulgar las violaciones a la Constitución.
Nuestro reconocimiento a todos ellos por el esfuerzo realizado y estamos seguros podrán aportar sus conocimientos a la reconstrucción del país.
Entre quienes persisten, es probable que Pablo Medina y Diego Arria declinen antes del próximo febrero. Con su precandidatura, Medina está logrando aglutinar las fuerzas sindicales, sin cuyo concurso no podremos avanzar. Arria logró una importante tribuna para continuar con sus denuncias internacionales sobre las violaciones a los derechos humanos. Ambos tienen derecho a postularse, pero también deben estar conscientes de que ya cumplieron con su tarea.
El caso de Leopoldo López, un excelente candidato, es complejo. Si no triunfa en las primarias no hay duda de que respaldará al candidato ganador. El problema se presenta si triunfa en las primarias, ya que la corte de adulantes que circunstancialmente controlan los Poderes del Estado han declarado que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es “inejecutable”.
No cabe duda que si los resultados del 7 de octubre nos dan una victoria de 80 a 20, la gente en la calle obligaría a ceder al régimen y reconocer a Leopoldo. Si los resultados solo nos dan una victoria por pocos puntos, cabe preguntarnos si estaremos en capacidad de una movilización masiva exitosa. Esta pregunta tendrá que hacérsela el propio Leopoldo y quienes acudiremos a las primarias. Como es mucho lo que arriesgamos, las respuestas tienen que provenir del análisis de la situación y no del corazón. En cuanto a Juan Carlos Sosa, es lamentable que para defender sus puntos de vista tilde de colaboracionistas a la mayoría de los líderes de la oposición y que se postule fuera de la Mesa de Unidad Democrática.
Seguramente María Corina, Pablo Pérez y Capriles llegarán hasta el final, lo cual nos dará la oportunidad de votar por quien consideremos será el mejor presidente para enrumbar al país. Los tres tienen condiciones para lograrlo y desterrar el totalitarismo siglo XXI que está acabando con el sector privado.
Como en botica: Pdvsa está reactivando las demandas en contra de algunos gerentes por los sucesos del paro cívico de diciembre del 2002. En su agonía, inescrupulosamente el régimen trata de achacar daños y perjuicios a quienes solo velaron por la buena marcha de la empresa.
¿Cuándo será que algún medio de comunicación dé el tubazo informando que “ hoy no ocurrió ningún accidente en Pdvsa”? El teniente coronel sigue hablando ridiculeces y comprando tanques, artillería y defensa antiaérea para “defenderse del imperio”. Bravo por la distinguida pianista y compositora Gabriela Montero. Reiteramos nuestra solidaridad con el periodista Leocenis García, a quien el régimen no le perdona sus denuncias. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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