11-Dic 11:50 am|Gloria M. Bastidas
TOMADO DE EL NACIONAL.
El historiador que acaba de ser nombrado miembro de la Academia Colombiana de Historia señala que los militares, al presentarse como los autores de la independencia y de la libertad, han logrado algo muy importante: calar en la conciencia histórica del venezolano
Germán Carrera Damas ingresó el 22 de noviembre a la Academia Colombiana de Historia bajo la categoría de académico correspondiente extranjero. Ese día leyó un discurso, en Bogotá, cuyo solo título ya despierta interés: "Al rescate de la República de Colombia para la historiografía venezolana". Carrera Damas analiza desde una perspectiva muy crítica qué significado tiene esa República creada por Bolívar la Gran Colombia, como se le conoce comúnmente y por qué ha sido relegada por los historiadores.
En 2010, ya había entregado un adelanto de este polémico tema. Se trata del libro Colombia, 1821-1827: aprender a edificar una república moderna, una monumental obra de casi 700 páginas. No es la primera vez que Carrera Damas nada dado a complacer a la audiencia pisa tierras movedizas. Hace más de cuarenta años, cuando salió a la luz El culto a Bolívar, debió soportar la artillería pesada de quienes lo tachaban de enemigo de la patria. Pero no. Carrera Damas lo advierte: "No es tremendismo. Lo que yo hago es cumplir con lo que llamo el deber social del historiador".
--¿Qué debemos entender por República de Colombia? --Desde los inicios del proceso de independencia hubo conciencia de que ni la Nueva Granada ni la entonces Capitanía General de Venezuela podrían conseguir y asegurar su independencia por sí solas. Era necesario establecer entre ellas una relación muy estrecha. Esto lo pensaron varios hombres ilustres desde 1810, 1811. Pero el que toma esta idea y la lleva a su más alto nivel fue Bolívar, que opta por trasladar la guerra a Nueva Granada. Y es la famosa campaña de travesía de los Andes, que culmina en Boyacá. Este hecho privó a Morillo de los recursos fundamentales para mantener el control de las dos regiones. Luego, Bolívar consolida este logro fundando, en Angostura, el 17 de diciembre de 1819, la República de Colombia. Hay una ley, que se llama Ley Fundamental de Colombia, en la cual se establece que la República de Venezuela y de la Nueva Granada formarían una sola y única República que llevaría el nombre de República de Colombia. De tal manera que la República de Colombia se funda en Angostura. Y desde ese momento todos aquellos hombres que luchaban por la independencia pasaban a ser jurídicamente colombianos.
Se establece allí que un congreso que se reuniría en Cúcuta adoptaría la constitución correspondiente. Y así se hizo: en la Villa del Rosario de Cúcuta se aprueba, en 1821, la Constitución de la República de Colombia, que toma lo actuado en Angostura, lo lleva a un nivel de desarrollo en una ley que se llama la Ley de Unión de los Pueblos de Colombia y formula la Constitución. Cuando yo digo República de Colombia, me refiero a esa República.
--¿Cuál ha sido el error en el que ha incurrido la historiografía? --Inventó el término de Gran Colombia para diferenciarlo de la Colombia que, una vez dividida esa República de Colombia, conservó el nombre: es la Colombia actual.
Pero históricamente era una sola. Cuando el Libertador dice su última proclama, se dirige a "colombianos". Bolívar muere siendo colombiano. La Batalla de Carabobo fue librada por el Ejército de la República de Colombia bajo el mando de un general colombiano, nacido venezolano, llamado Simón Bolívar, pero él pelea como general colombiano. Aquella obra magnífica y extraordinaria, la República de Colombia, significó la posibilidad de lograr y consolidar la independencia de Venezuela. No sólo eso: la invasión del virreinato de Perú, por el Ejército de la República de Colombia, significó la consolidación de la independencia de toda América del Sur. Nuestra interpretación más común de este hecho histórico se ha ido por dos vías: los pleitos entre los líderes (Santander y Páez), de interés secundario, y que no se ha penetrado en el fondo de las diferencias que había en la República de Colombia.
--¿Qué diferencias había? --Los hombres que montaron la República de Colombia entendieron que la única manera de consolidar la independencia era fundando la república liberal moderna. Moderna en cuanto a que la formación del poder se basa en el ejercicio de la soberanía popular por la vía de la representación. Es moderna, igualmente, porque se funda en principios que en ese momento significaban lo más avanzado de la concepción política. Colombia nace como una república regida por esta secuencia de valores: la libertad; la seguridad, es decir, el Estado de Derecho, que era el garante de la libertad; la propiedad, cosa que algunos historiadores han omitido; y la igualdad. La propiedad es la bisagra porque es lo que garantiza la libertad y la seguridad y, al mismo tiempo, es lo que abre la puerta a la igualdad. En principio la riqueza, la propiedad es la clave de todo el edificio. Eso es nuevo en ese momento. Es un signo de modernidad. Pero no bastaba con que esa economía retomara impulso bajo el patrón colonial. Era necesaria una nueva economía: la capitalista. Por eso se protege la propiedad y se procura el ingreso en el país de dos factores fundamentales: brazos (inmigración) y capitales (inversión extranjera). Para que esto pudiera operarse era necesario liberalizar las leyes que regían la actividad económica y la vida social.
--¿Qué tipo de leyes? --Por ejemplo, ese capital y esos brazos debían proceder fundamentalmente de las sociedades entonces más desarrolladas, que eran básicamente protestantes, no eran católicas. ¿Y cómo iban a operar en una sociedad católica en la cual no se aceptaba ningún otro credo que no fuera la religión cristiana, católica, romana? Bueno, la Constitución no legisla sobre religión. Aquellos hombres que legislan en Colombia tienen la vista puesta en lo más avanzado de su tiempo para que aquellas sociedades que estaban como ancladas en un pasado colonial, monárquico, primario, pudieran desarrollarse. Pero había un problema: una sociedad libre con esclavos era un contrasentido. Pero una sociedad que no reconociera el esclavo como propiedad también estaba violando su principio fundamental, que era la propiedad. Y se tenía el temor de que una vez que se revisara la Constitución de Colombia, a los diez años de su vigencia, se adoptara la de Bolivia. Esta situación influyó determinantemente en la reacción del sector de criollos venezolanos más importante ante la República de Colombia.
--¿Por qué esa república liberal moderna ha sido relegada? --Por un lado, había que justificar históricamente el proyecto nacional venezolano. Es decir, aquello que nos singularizaba, que nace desde la Constitución de 1811. Y lo de Colombia aparecía como una interrupción.
Y por eso muchas de las críticas que se hacen a la Constitución de Colombia se hacen en nombre de los principios de la Constitución venezolana de 1811. Uno de esos principios fundamentales es que esa Constitución de esto tampoco se habla dice que el primer deber del Estado es velar por la religión cristiana, católica y que no permitirá ningún otro culto.
¿Y qué hace Cúcuta? No legisla sobre la religión. Esa especie de vacío que se ha producido con respecto a Colombia ha permitido que el militarismo venezolano se exhiba como autor de la independencia y haya creado una confusión interesada entre independencia y libertad.
Colombia se presenta ante el mundo como una nación independiente "por sus armas y libre por sus leyes". Diferencia muy bien los dos elementos: las armas hacen la independencia; las leyes, la libertad. En consecuencia, se puede ser independiente y no libre. Y se puede ser libre y no independiente. Allí hay un juego de valores: los militares, al presentarse como los autores de la independencia y de la libertad, han logrado algo que es muy importante, que es calar en la conciencia histórica del venezolano como la fuerza creadora de la nacionalidad y para ellos la posibilidad de que haya sido el Ejército de la República de Colombia, comandada por venezolanos, quien nos diera la independencia significa privarlos de esa coartada para usufructuar el poder.
--Y por eso Colombia queda fuera... --Tenemos que afrontar nuestra historia de pueblo con ese sentido de deber social y no presentarle un falso espejo al pueblo. El balance, visto desde hoy, no puede ser más positivo. Tenemos una sociedad en la cual ya la democracia no baja de las instancias de la política ni del poder, sino que sube de la sociedad hasta allá. Porque lo que es democrático ahorita en Venezuela es la sociedad.
No es el régimen político, no es el Gobierno. Y la prueba es que este gobierno no ha logrado desarmar a la sociedad de su determinación democrática.
Aquí toman como fundador de la nacionalidad a Páez porque, una vez que ocurre la separación de Colombia, es adoptada la Constitución del Estado de Venezuela. Pero cuando uno compara esa Constitución con la de Colombia, es la misma con ciertas enmiendas. Mientras la de Colombia procuraba establecer una república liberal moderna, aquí se establece una república liberal autocrática, que es la que perdura hasta 1946. ¿Por qué cree usted que rechazan el trienio? Porque eso significó un cambio histórico radical. Venezuela fue una hasta 1946 y otra a partir de ese año.
--¿No teme que lo tachen de pro colombiano? --Hace cuarenta años publiqué El culto a Bolívar. Allí advertía del riesgo que suponía seguir utilizando el pensamiento de Bolívar en una forma aviesa. Ese libro casi me costó mi expulsión de la universidad y una suerte de exilio de diez años. Pero era parte de mi deber social: situar las cosas de tal manera que el venezolano madure en su conciencia histórica. Un hombre más seguro de sí mismo y no viviendo de relumbrones y de mentiras que lo hacen vulnerable a salvadores de la patria.
Ahora, el cómo se interprete lo que digo, no es que no me importe: es un riesgo que asumo.
Decir que no me importa sería una insensatez. Yo me considero un venezolano genuino y decididamente patriota. Y por eso cumplo con mi deber social de historiador. Tengo una concepción científica de la historia. Para mí, el conocimiento de la historia nunca está acabado.
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