sábado, 11 de junio de 2016

PARA QUE UN GOBIERNO TENGA ÉXITO.... MBH

 

 

 

 

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg41yGh-H15unsZ_C3XG_cSmFgEBcr10QD-8sqUrCv8RyY0emLFipmUu6vRzmn9jtClVaHCJ1LDlj2PMzlniu8c8LH744zVqOw2DoTongerX9FwcgwBcDVWGSRRSuhFHx_fAyrT2Q_rK7mH/s1600/venezuela-democracia.jpg

PARA QUE UN GOBIERNO TENGA ÉXITO

Aún se jacta el régimen – a pesar de su totalitario talante - que acá no ha habido democracia, y que la historia empieza con ellos. De acuerdo a sus postulados, la verdadera democracia sólo llegará cuando el "hombre nuevo" y  "el socialismo del siglo XXI" nos liberen de la miseria, la oligarquía y el imperialismo.

Nuestra democracia – si no perfecta, siempre perfectible – fue una estructura conformada por muchas instituciones, que se fue construyendo poco a poco, transitando la ineludible ruta del ensayo y error. A lo largo de ese complicado recorrido (1958 -1998) siempre estuvo presente, como nefasto infiltrado, el corrupto, el clientelista, el sinvergüenza… Pero también estaba allí presente la sana intención por mejorarla, por enmendarla….

Sin embargo, y a pesar de estos sanos y loables intentos (recuerdan la COPRE) prevaleció un suicida empeño en confundir los soportes de la democracia – los partidos políticos – con ella, y fuimos preparando el terreno para sembrar lo que hoy tenemos como cosecha… De nuevo el llamado es a aprender de sus errores, para no repetirlos…Y perseverar en ello tantas veces sea menester, pues la situación actual es delicada en extremo.La tolerancia del intelectual no puede consistir en ser comprensivo con las tesis absurdas, arcaicas e improductivas. Desde la perspectiva de la caída del totalitarismo marxista se puede valorar fácilmente a dónde conduce la tolerancia para con el absurdo. Hanna Arendt, una de las voces que con más vehemencia ha clamado contra los totalitarismos del siglo XX escribió: "El totalitarismo busca no la dominación despótica de los hombres, sino un sistema en el que los hombres sean superfluos…" Uno de los asuntos poco estudiados por los enfoques convencionales de las ciencias sociales, pero de importancia esencial, se refiere a la calidad intelectual y ética de los grupos dirigentes encargados de implementar las reformas modernizadoras, consolidar la democracia y asumir los gobiernos respectivos. Tanto como la perfectible democracia de mitad del pasado siglo, así como el parapeto de Estado-Gobierno que nos desgobierna desde 1999, han promovido – de manera populista- políticas públicas redistributivas de corto alcance, que, en la mayoría de los casos favorece un segmento dirigente constituido por individuos mediocres y oportunistas.

¿Acaso es osadía mencionar que la mayoría de cuantos han tenido en sus manos las riendas de nuestro país desde hace 50 años son personas que han sido formadas dentro de una mentalidad pro-estatista, populista y antiliberal?

Antes la ciudadanía tenía vergüenza de su vulgaridad; ahora proclama orgullosamente su "derecho a la vulgaridad" y tratan de imponerlo por doquier. Desde una perspectiva histórica de largo aliento se puede afirmar que la ciudadanía logró disfrutar de un cierto bienestar material, que ahora se diluye, pero dió poca importancia a los esfuerzos científicos y teóricos que son la precondición del avance técnico.

El resultado de tan prolongado modelo populista es la irreverencia estéril, en la cual se aprecia sólo la mediocridad con la que el ciudadano común puede identificarse fácilmente sin hacer ningún esfuerzo serio de comprensión.

 

Así las cosas, se acerca el momento de revalorizar
la construcción de la ciudadanía con la reedificación de instituciones democráticas, que tengan como principio inalterable la rendición de cuentas y el servicio a la ciudadanía.
Nuestro país requiere una ciudadanía que pueda estabilizar las relaciones entre la sociedad y el gobierno, pues una democracia débil, en donde la ciudadanía se desentiende por completo de exigir cuentas y participar, no es más que una democracia delegativa.

La razón nos indica que un gobierno tiene éxito cuando su política, sus obras y realizaciones, el respeto por sus ciudadanos y por la Constitución, satisfacen las aspiraciones de su pueblo, le permiten vivir en armonía, con seguridad, con justicia, libertad, con trabajo y bienestar, lo que se traduce en independencia, tolerancia, progreso, paz y futuro para su nación.

MBH

A continuación les dejo, como referencia, unos extractos de la obra de Wilhelm Reich… (La función del orgasmo.)

"…La verdadera democracia es un proceso difícil, lento, en el cual las masas del pueblo protegidas por la sociedad y las leyes, gozan -de ningún modo "toman"- de todas las posibilidades para educarse en la administración de la vida individual y social, es decir, viviente, y de progresar hacia mejores formas de existencia. Por lo tanto, la verdadera democracia no es un estado perfecto de goce, igual a un hombre viejo, glorioso guerrero del pasado; antes bien, es un proceso de constante lucha contra los problemas presentados por el desarrollo lógico de pensamientos nuevos, descubrimientos nuevos y nuevas formas de vida. El desarrollo hacia el futuro es coherente e ininterrumpido cada vez que los elementos antiguos y caducos, después de haber cumplido su función en una etapa anterior de la evolución democrática, tengan la sabiduría suficiente para ceder el paso a lo joven y nuevo: la sabiduría suficiente para no asfixiarlo en nombre de su prestigio y autoridad formales… No soy político y nada conozco de política, pero soy un científico socialmente consciente. Como tal, tengo el derecho de manifestar la verdad que he descubierto. Si mis aseveraciones son de tal índole que puedan promover un mejor orden de las condiciones humanas, sentiré entonces que mi trabajo ha logrado su propósito. Después del colapso de las dictaduras, la sociedad humana tendrá necesidad de verdades, y en particular de verdades impopulares. Tales verdades, que tocan las razones no reconocidas del caos social actual, prevalecerán tarde o temprano, lo quiera o no la gente. Una de estas verdades es que la dictadura arraiga en el miedo irracional a la vida por parte del pueblo en general. Quien represente esas verdades se encuentra en gran peligro, pero puede esperar. No necesita luchar por el poder para imponer la verdad. Su fuerza consiste en conocer hechos que generalmente son valederos para toda la humanidad. No importa cuán impopulares puedan ser esos hechos: en tiempos de necesidad extrema la voluntad de vivir de la sociedad forzará su reconocimiento, a pesar de todo…"

__._,_.___

__,_._,___

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario